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El club Waterpolo Sevilla busca un patrocinador tras el descenso a Segunda

 

Nacho Liaño

«Sólo quedan nueve días para inscribirnos para la temporada que viene en Segunda división, pero con esta situación no nos podremos inscribir. Eso es como desaparecer». Estas palabras desesperadas provienen del secretario del Waterpolo Sevilla-Grupo Ceres, José Manuel Sánchez, que cuenta de forma directa la necesidad que padece el club sevillano por encontrar un patrocinador que pueda salvar al equipo y así poder competir el próximo año para recuperar la categoría.

El cuadro entrenado por Daniel García, que consumó el descenso a la división de plata del waterpolo nacional catorce años después, necesita una nueva vía de ingresos de forma urgente que le permita no sólo poder competir e inscribirse en la competición, sino también poder salvaguardar la falta de la subvención que hasta entonces le otorgaban las instituciones al equipo por estar en primera categoría nacional.

«Nos falta dinero por dos sitios», explica Sánchez, conocido por el mundo del waterpolo como Novato: «Uno para cubrir el presupuesto de este año, ya que no tenemos patrocinio. Hablamos de 30.000 euros. Y, por otro lado, al haber bajado de Primera a Segunda división nos harían falta otros 30.000, ya que es la suma que recibíamos de las subvenciones del Instituto Municipal de Deportes y de la Junta de Andalucía. Así que serían unos 60.000 euros en total», comenta el secretario, que conoce la dificultad que supone teniendo tan poco tiempo para poder conseguirlo.

José Manuel Sánchez explica que «Emasesa aporta unos 50.000 euros», y, consciente de ese esfuerzo, sabe de la dificultad que supone pedirle «60.000 a una empresa. Con 30.000 o 35.000 que nos aporten, ya buscamos el resto nosotros», explica. Sánchez dice que han subido hasta en dos ocasiones las cuotas de los socios, que son los propios deportistas, y han llegado a ser muy altas, «por eso el apoyo es fundamental», afirma.

El secretario del cuadro hispalense desglosa las tres grandes partidas en las que se divide el gasto del equipo, cuyo presupuesto asciende a los 150.000 euros por año. Por un lado habla de los desplazamientos, que son 50.000 euros: «Tenemos que viajar a Cataluña un fin de semana sí y otro no, porque allí es donde radica el waterpolo en España. Y además hay que trasnochar mucho: Las Palmas, Navarra, Elche, Bilbao... son algunos de los destinos; y dormir es más caro que ir y venir en el día». La segunda sería el sueldo de los entrenadores, cuya cifra también se eleva a los 50.000 euros por temporada. Los gastos federativos suponen unos 40.000 euros anuales, y por último, entre 10.000 y 12.000 euros se destinan al alquiler de las instalaciones: «No es lo mismo alquilar una piscina que una pista de pádel», dice Sánchez en alusión al mantenimiento que suponen los recursos.

La mitad de los ingresos del equipo sevillano, que llegan a través de la cuota de socios, no es suficiente para tapar el agujero económico que se les presenta. Una de las ideas para recortar gastos sería que el Ayuntamiento les alquilara gratis la piscina, pero es algo que no está en manos del Consistorio debido a la aplicación de las ordenanzas municipales: «Antes se lo pagábamos en especies. Nos decían, oye, necesitamos diez voluntarios para el avituallamiento de la Maratón. Pero hace unos seis años cambió todo. Y ese gasto son unos 12.000 euros anuales menos que tendríamos que aportar de nuestro presupuesto».

El Club Waterpolo Sevilla sigue preparando la temporada en Segunda a expensas de conocer si podrá inscribirse. Sólo le quedan nueve días al club sevillano para salvarse.

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