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Europa Press/ Sevilla
El Ayuntamiento ha reabierto al tráfico este viernes la calle Sol y Bustos Tavera tras finalizar las obras de renovación de las redes de saneamiento, así como la reordenación de la zona. En una nota, la concejal delegada del distrito Casco Antiguo de Sevilla, Amidea Navarro, ha destacado, tras visitar la zona de la plaza de Los Terceros, junto con el consejero delegado de Emasesa, Jesús Maza, la "recuperación total de la plaza, una de las pocas plazas del Casco Histórico que quedaba con albero". Navarro ha añadido que se ha reurbanizado toda la plaza, "tal y como venían solicitando vecinos, comerciantes y hosteleros de la zona desde hace años".
En este sentido, la delegada ha manifestado que dentro de las actuaciones llevadas a cabo desde que comenzaron las obras en noviembre también se ha repuesto todo el arbolado, ya que había alcorques vacíos, se han renovado al completo el alumbrado publico y la red de saneamiento, que "presentaban deficiencias y se han eliminado barreras arquitectónicas existentes, como bordillos y desniveles, haciendo de la plaza una zona accesible completamente".
De esta manera, la delegada del distrito ha señalado que la obra ha corrido a cargo de Emasesa, si bien la ha supervisado Urbanismo, y desde el distrito se ha tenido en cuanta la opinión desde el primer momento de vecinos y comerciantes, ya que los trabajos realizados "cuentan con el consenso de todos". Las obras correspondientes al proyecto de sustitución de las redes de la calle Bustos Tavera y Santa Catalina han tenido una duración aproximada de cuatro meses y han tenido un coste de 762.101,66 euros. Dichas obras fueron adjudicadas a la empresa Martín Casillas SL.
"El objeto de las obras ha sido la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento, y atendiendo al compromiso de Emasesa por optimizar recursos hídricos, se ha aprovechado la actuación para mejorar el control, explotación y conservación de la red de abastecimiento y por ello de las fugas existentes, proyectando una mejora en la sectorización del actual sector Casco Antiguo de la ciudad de Sevilla", ha detallado Navarro. Además, asegura que se ha instalado una nueva red para riego y baldeo con agua no potable en el ámbito de actuación, conectándola con la instalada y en servicio, en la plaza Escuelas Pías. Además, esta red permitirá en un futuro próximo, poner en servicio la red de riego ya instalada con anterioridad y sin servicio en las calles Castellar, Maravillas y Valderrama.
La delegada del distrito ha concluido que el "gran esfuerzo" realizado por parte de Emasesa, del distrito y de la empresa adjudicatarias de las obras, al ir incrementando los medios humanos y materiales durante el desarrollo de las mismas, en función de las necesidades y con el objeto de "minimizar las inevitables afecciones que se pudieran ocasionar a los vecinos".
Así, asegura que se ha conseguido mejorar "notablemente" los ritmos de trabajo y permitido que los plazos previstos no se vieran afectados por los continuos episodios de lluvia acaecidos durante la ejecución de los pavimentos, posibilitando que, "a pesar de estos inconvenientes, las obras acabasen en la fecha prevista". "Esta circunstancia es muy relevante, dado que, la finalización de las obras debía de garantizar la ausencia de afecciones durante Semana Santa y se disponía tan sólo de una semana de margen, período que ha habido que utilizar y ha logrado salvaguardarse", sentencia.
Iñaki Alonso
El agua de Melonares empezará a abastecer a la población de la Gran Sevilla en dos años. Tras un largo periodo de trámites, las esperadas obras de canalización, claves para hacer llegar el agua embalsada a 1,2 millones de habitantes, han comenzado y estarán operativas en 20 meses, por lo que "se podrá beber del embalse en junio de 2013", como así había marcado como plazo la propia Unión Europea.
Ese fue el anuncio del consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, que presidió la colocación de la primera piedra del que consideran como tramo clave para la conexión de Melonares con la red de abastecimiento: un trazado que consta de 13,7 kilómetros que conectan el canal del Viar y la estación de bombeo de San Ignacio del Víar. De este destino hasta la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de El Carambolo faltan aún cuatro kilómetros, que se solventarían con unas conducciones que ya tenía previamente en servicio Emasesa.
"Ésta es la última etapa que garantizará el abastecimiento de Sevilla y su área metropolitana", manifestó el consejero, que recordó aquellos periodos de sequía, en los noventa, cuando se tuvo que recurrir al caudal del Guadalquivir ante la falta de agua. El consejero garantizó que, una vez que concluyan las obras de este tramo, el agua de Melonares ya se podrá utilizar, a pesar de que aún no se han iniciado las obras de acondicionamiento de los 30 kilómetros del canal que unen las conducciones desde el embalse hasta el punto donde se conecta con las nuevas tuberías. "Son actuaciones complementarias", añadió el consejero, restando importancia a la segunda obra, que tiene como principal cometido las mejoras de las condiciones sanitarias del agua del canal, que se usará para el riego pero también para el consumo.
Las obras ya iniciadas tienen un montante de 27 millones de euros y comprenden la instalación de nuevas tuberías que permitirán transportar un caudal de dos metros cúbicos por segundo. También se prevé un depósito de regulación con capacidad para 12.000 metros cúbicos, mientras que en la finalización del recorrido de la estación de bombeo se situará un sistema de regulación de caudales y presiones que permitirá mayor seguridad en el acoplamiento hidráulico de la conducción con la red de abastecimiento de Emasesa y Aljarafesa. También se instalarán siete almenaras de regulación en el canal.
Foto: Jesús Spínola
La obsesión del nuevo alcalde es mejorar los servicios. Para ello ha cambiado la dirección de las empresas municipales. Y su coordinador de campaña, Jesús Maza, será el gran gestor desde la Agrupación de Interés Económico
Alberto García Reyes
Su lema fue claro: «Queremos una Sevilla más segura y con servicios de calidad». El programa de Juan Ignacio Zoido para el mandato 2011-2015 planteaba, podría decirse que como una obsesión personal, la necesidad imperiosa de reformar todas las empresas municipales. «La primera sensación de que una ciudad funciona la dan los servicios que más afectan a las preocupaciones de los ciudadanos, a las necesidades más básicas: sentirse seguro, dentro de una ciudad limpia, que cuida su espacio público, sus parques y jardines y que está atenta para corregir deficiencias de manera inmediata y con eficacia», decía su cuaderno de campaña. Y este propósito lo va a poner en marcha el nuevo alcalde apoyándose precisamente en quien coordinó todo su proceso electoral, Jesús Maza. A él se le ha otorgado la gerencia de Emasesa y, sobre todo, la gestión del órgano municipal que acoge a todas las empresas del Ayuntamiento, la Agrupación de Interés Económico. Ambos cargos son, curiosamente, los mismos que ostentaba el hombre de confianza de Alfredo Sánchez Monteseirín, Manuel Marchena. Hay quien dice, sirviéndose de este dato, que Maza será el «Marchena» de Zoido. Eso sí, no cobrará lo que percibía su antecesor. De hecho, el sueldo de Marchena ha sido durante el mandato anterior uno de los asuntos polémicos más recurrentes: 170.000 euros al año. El salario de Maza aún no se ha hecho público, pero el alcalde asegura que pagará un 15 por ciento menos que Monteseirín a sus gerentes. Y es que lo pecuniario siempre se convierte en pólvora para la oposición con independencia de los antecedentes. Curiosamente, el PSOE ha salido a criticar a Zoido por no aplicar la máxima austeridad en su proceso de transformación de las empresas, mientras que IU ha ido algo más allá quejándose de que algunos de los elegidos no son profesionales independientes, sino miembros del PP. Basta con echar un vistazo al pasado para comprobar que los salarios de los anteriores gerentes eran completamente desmesurados y que todos ellos eran socialistas o militantes de IU que, además, no tenían experiencia profesional en sus respectivos sectores.
