Foto: J. M. Espino (Atese)
Miles de sevillanos marchan contra los recortes impuestos por los presupuestos estatales. Frente al rifirrafe entre los sindicatos de clase y de funcioarios, consumidores, vecinos, pequeños empresarios, mayores y jóvenes unieron sus fuerzas.
El Correo
La crónica de la manifestación que ayer recorrió el centro de Sevilla podría poner el acento en el lamentable rifirrafe protagonizado por los sindicatos de funcionarios y de clase a cuentas de quién se ponía delante y de un petardo lanzado por CCOO demasiado cerca de CSIF. Podría destacar que la participación -la Policía no ofreció datos y los sindicatos calcularon unas 20.000 personas- fue menor que en otras convocatorias y aludir a la precipitación de la convocatoria (que según los sindicatos incluso topó con las pegas de la Delegación del Gobierno al hacerse por vía de urgencia con menos de diez días de antelación) o a la dificultad de convertir en ciudadana una reclamación contra los Presupuestos Generales del Estado; hablar de hartazgo y pasividad social o, a tenor de las continuas apelaciones a la huelga general, especular con que a estas alturas al pueblo lo de manifestarse ya le queda corto.
Podría reseñar la nota de color que supuso la coincidencia con la carrera de la mujer a beneficio de la lucha contra el cáncer de mama, muchas de cuyas corredoras se unieron a la marcha con sus camisetas rosas, o con la concentración contra el abortocelebrada por Derecho a vivir en la Plaza Nueva, a la que se afanó en proteger un excesivo número de agentes de la Policía Nacional que daban el alto a cualquier bandera republicana o sindical que osara aproximarse.
Foto: corralautopia.blogspot.com
El Ayuntamiento ofrece agua embotellada y una fuente que las familias 'okupas' rechazan.
R. S.
Las 36 familias que ocupan ilegalmente cuatro bloques de viviendas en una glorieta situada en las inmediaciones de San Lázaro, que forman la conocida como Corrala Utopía, apelarán a organismos de la ONU para denunciar lo que consideran es una privación de un derecho fundamental como es el suministro de agua por parte del Ayuntamiento de Sevilla.
El anuncio de esta denuncia llega después de que la pasada semana la empresa municipal Emasesa cortase el suministro de agua en este inmueble, que había sido recuperado semanas antes mediante un "enganche" hecho por los mismos vecinos al servicio, y de que éstos se reunieran con una representación del gobierno local para tratar la cuestión del suministro.
El Ayuntamiento se comprometió a enviar mil bricks con agua potable a las familias y a instalar una fuente pública en las proximidades del edificio, pero los integrantes dela corrala creen que ésta es "una solución indigna y propia de un país del Tercer Mundo".
Foto: Andrés Fraga
El alto cargo del PP dijo en una reunión que "las leyes son como las mujeres, están para violarlas"
El Partido Socialista pedirá a la Fiscalía General del Estado que investigue si las declaraciones del ya expresidente del Consejo de Ciudadanía Exterior, José Manuel Castelao, que afirmó en una reunión de trabajo que “las leyes son como las mujeres, están para violarlas”, son constitutivas de delito. La secretaria de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié, ha declarado que pedirá a Eduardo Torres-Dulce que investigue el caso.
“Pedimos a la Fiscalía que abra una investigación para aclarar si existe delito, entendemos que (las declaraciones) invitan a la discriminación y a la violencia contra las mujeres y por lo tanto podría ser constitutivo de delito”, ha dicho la secretaria de Igualdad en un comunicado.
José Manuel Castelao pronunció ese comentario el martes en una reunión de trabajo del Consejo de la Ciudadanía Española en el Exterior en Santiago de Compostela, a una de las comisiones de este organismo, la de Educación, a la que le faltaba un voto para formalizar el acta. “No pasa nada. ¿Hay nueve votos? Poned diez… Las leyes son como las mujeres, están para violarlas”, dijo, según han explicado varias de las personas que estuvieron en la reunión, tal y como publicó EL PAÍS el viernes. La frase, por la que después se disculpó, despertó fuertes críticas entre los miembros del consejo. El viernes, poco después de que se difundiera lo ocurrido Castelao —que admitió haber hecho ese comentario aunque argumentó que se había “malinterpretado”— dimitía. Una renuncia, dijo sin embargo, que nada tenía que ver con lo sucedido.
“Ester señor ha demostrado un claro desprecio no solo hacia las mujeres, sino también hacia las leyes. No se puede consentir que una persona con responsabilidades públicas haga estas manifestaciones”, ha dicho Causapié.
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